Cuando en julio publiqué el bizcocho de piña para principiantes hecho con la receta clásica del vaso de yogur ,y piña , en aquel post comenté que había preparado otro de manzana y azúcar moreno, un bizcocho bueno bueno. De los que me gustan para tomar un café, chocolate, un café con leche, un bizcocho que más que fresco es de los que dan calorcito. Ese día tenía ansias de bizcochos pero ningunas ganas de trabajar, así que busqué lo fácil y cambiando algunos ingredientes salió un dulce rico de verdad.
Sustituí la fruta y el azúcar.
Utilizaremos el vaso de yogur como medida.
Ingredientes:
- 4 huevos medianos.
- 1 yogur natural.
- 2 medidas de azúcar moreno.
- 2 medidas de harina de trigo ( usé de repostería).
- 1 medida de harina de maíz ( maicena).
- 1 medida de aceite de girasol.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- 1 manzana.
- Mantequilla para el molde.
- Azúcar moreno para caramelizar.
- Unas gotas de limón.
Modo de hacerlo:
- Embarrar el interior del molde con mantequilla.
- Caramelizar al fuego tres o cuatro ( según gusto) cucharadas de azúcar moreno con unas gotas de limón y cubrir la base del molde, cuando esté frío colocar sobre este la manzana pelada y cortada en lascas finas. Esperar a que esté frío es para conseguir que la manzana suba un poco durante la cocción y no quede pegada al fondo.- Precalentar el horno a 180º .
- En un bol grande añadir los huevos enteros, el yogur, la medida de aceite, azúcar moreno , y las de harinas y levadura tamizadas. Batir a velocidad mínima con varillas hasta que se una todo y añadir la mezcla en el molde sobre la base de manzana.
- Llevar al horno tapado con papel de aluminio durante 30 minutos, pasado este tiempo retirar el papel y dejar otros 15 o 20 minutos, pinchar para ver si está cocido.
- Volcar sobre la fuente en que se vaya a colocar y dejar así un rato para que termine de caer todo el caramelo.
El color de este bizcocho, hablando en cheli, es una pasada, por fuera un tono tostado y brillante y por dentro casi ocre y con su trozo de manzana, su textura es suave pero consistente. La manzana sube desigual a lo largo del mismo y al partirlo cada trozo es distinto. Fue un éxito, mis padres me lo piden a cada momento.
Es fácil de preparar y vale la pena probarlo.